Los protagonistas de la educación internacional son individuos en acción: trabajan individualmente o con instituciones educativas, organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, internacionales o regionales. Sus objetivos son en ocasiones complementarios, capaces de consolidarse mutuamente, aunque también pueden resultar contraproducentes, torpes para el conjunto. No obstante, todo interés convergente en las dimensiones internacionales de la educación resulta en realidad positivo; aun cuando, en algunos casos, puedan ser propensos a la demagogia o la ambigüedad, lo cierto es que dichos intereses conducen también a la emergencia de nuevas energías y esperanzas.