El hilo de la vocación

Aunque, quizá sea ésta la cuestión que cotidianamente uno se plantea a sí mismo y a las y los demás también, educar y educarse, afrontar este doble movimiento continuo como praxis relacional, mediacional y comunicacional, una praxis que constituye a las mujeres y a los hombres como tales seres humanos, arraigados en singular y en común y, al mismo tiempo, nómadas en su movimiento de aprendizaje y en un desequilibrio perenne ... siempre en proceso pues, entre otros argumentos quizás por que, ‘pertenecemos a los dispositivos y actuamos en ellos’ lo que nos resitúa en un devenir abierto, inacabado e inestable, que acentúa lo actual y renovado y, en los procesos de educar y educarse, donde lo que sucede está sucediendo y, además , las valencias y variables que introducimos en estos procesos son las que producen cambios, transformaciones y mutaciones o, quizás, experienciamos el pensamiento sobre estas metamorfosis, o viceversa, pensamos los cambios, las transformaciones y las mutaciones en su discurrir, haciéndolos.